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Resultados de las elecciones presidenciales 2021…

…Las cifras y lo que representan, más allá de lo que muestran

Publicado: 2021-04-18

Este artículo tiene su origen en la inquietud de tratar de entender, en el marco de la crisis existente, cuál es la dimensión relativa de los resultados del proceso electoral, o mejor dicho, ¿cuán representativas son de la opinión y posición de la población peruana, las preferencias marcadas en la elección? Nos aproximaremos a ello, identificando la proporción de la que ellas dan cuenta respecto de la población electoral.

Para hacerlo nos abocamos a buscar la información más completa posible, que reflejara de manera cabal lo que nos proponíamos, y nos chocamos con que la información no se encontraba completa y reunida en ninguna parte, que hayamos encontrado al menos, por lo que nos propusimos armar un cuadro en el que se reuniera la información necesaria, el cual presentamos más abajo.

La información que se requería para tener esta visión de conjunto incluye los valores numéricos y porcentuales de:

• Los Electores hábiles, es decir los incluidos en el Padrón electoral.

• Los Votantes efectivos, esto es los que emitieron su voto el domingo 11.

• Los Electores que no asistieron a votar, que expresan el ausentismo en el proceso.

• Los que emitieron su voto lo hicieron de una de dos maneras, con:

o Votos válidos (optaron por alguna de las 18 listas presentadas)

o Votos inválidos (optaron por el voto blanco o nulo).

• También consideramos la suma del Ausentismo y la Votación inválida, esto es los que quedaron excluidos de los resultados del proceso, sea porque no asistieron o porque su voto no fue reconocido como válido y por tanto no calificó para las estadísticas de resultados.

• Por último Incluimos a las 18 opciones partidarias participantes en la elección.


Para estos elementos acopiamos la información de:

• El Número de electores o votos.

El % de estos respecto a los votos emitidos,

El % de estos respecto a los votos válidos,

• Y hemos calculado además, el % de aquellos respecto al Padrón electoral, de manera de dimensionar mejor cuanto representan las opciones escogidas respecto del total de la población electoral.

El siguiente es el cuadro elaborado, que incluimos para quien lo pueda encontrar útil. No hay que preocuparse por su dimensión, porque lo esencial del mismo se encuentra en la lectura que realizamos en el texto posterior:

A continuación, nuestra lectura de la información que nos brinda el cuadro, que complementamos por comentarios sintéticos sobre lo que nos dicen los datos respecto al peso de los porcentajes alcanzados, con relación al total de la población electoral del país:

• En primer lugar, la población electoral (PE) peruana en la actualidad está constituida por alrededor de 24,500,000 electores.

• De ellos, emitieron efectivamente su voto, alrededor de 17,150,000, esto es un 70% de la PE.

• Por su parte, de la PE, no fueron a votar (ausentismo) más de 7,270,000, esto es un 30 % de la PE. Cabe señalar que el ausentismo en este proceso ha sido algo superior al de anteriores, que solía rondar el 25 %.

• De los que emitieron su voto, lo hicieron de manera válida algo más de 14,060,000, mientras que lo hicieron de manera inválida, casi 3,080,000.

o En términos porcentuales las cifras anteriores representan: un 82 % los votos válidos y un 18 % los votos inválidos, calculados los % respecto al total de los votos emitidos. Este % es semejante al de las elecciones de 2016 en las que el voto inválido resultó algo mayor del 18 %.

o Si por el contrario calculamos los % respecto al Total del Padrón Electoral, los votos válidos alcanzan un 58 %, mientras que los inválidos llegan a un 13 %, siendo los blancos más del doble que los nulos.

o Lo anterior evidencia que los votos válidos emitidos a favor del conjunto de las 18 listas participantes, alcanzan un valor que está entre el 55 y 60 % de la población electoral, lo que de alguna manera relativiza la representatividad de los resultados, esto es que solo expresa la voluntad de algo más de la mitad de los electores.

• Si incluimos la suma del Ausentismo y la Votación inválida, esto es los que quedaron excluidos de los resultados del proceso, esta se eleva a alrededor del 42% del Padrón Electoral (que es el complemento del 58% correspondiente a los votos válidos). Alto monto que representa a aquellos cuya opinión no fue incorporada, lo que, desde el otro lado, vuelve a relativizar la representatividad de los resultados.

• Si miramos ahora los % alcanzados por las 18 organizaciones políticas participantes en la contienda, respecto del Padrón Electoral, encontraremos los siguientes hallazgos:

o Solo una organización, Patria Libre (la ganadora) alcanza a conseguir un % de 2 dígitos (el 11 %, casi el mínimo).

o Las siguientes 8 organizaciones, con mayor número de preferencias que acompañan a la ganadora, lo hicieron con porcentajes que van entre el 3.2 % y el 7.7 %. Porcentajes realmente bajos, para corresponder a quienes lideran los resultados junto al ganador.

o Las 9 organizaciones con menor número de preferencias, lo hicieron con porcentajes que van entre el 0.2 % y el 1.3 %. Valores realmente marginales, que cuestionan el significado de que haya un número tan elevado de participantes en el proceso.

• Como vimos arriba, la relativamente baja proporción de los votos válidos respecto del padrón electoral genera un problema de representatividad del proceso en su conjunto. Mirando ahora los resultados obtenidos por las diferentes opciones políticas, encontramos que:

o Hay una gran dispersión del voto, que va además acompañada por el hecho de que ninguna de las organizaciones alcanza a conseguir cifras significativas, que además son mucho más bajas que las de procesos previos. Lo que insinuaría que el electorado no encuentra, entre las no pocas organizaciones participantes, a alguna con la cual se pueda identificar y los lleve a adherirse clara y más masivamente a ella.

o Es nuestro criterio que este hecho estaría relacionado con la gravedad de la crisis de la política en el país, vinculada con la enorme cantidad de casos de corrupción en los que se han visto envueltas muchas organizaciones de distintos tintes políticos, así como autoridades de todos los ámbitos y niveles del Estado.

o Ello ha llevado a un descreimiento en la política en general y particularmente en el establishment político, lo cual a su vez, ha abierto el espacio para que encuentren acogida propuestas radicales, tanto de derecha como de izquierda, cosa que se puede percibir con claridad en los resultados del proceso. Los efectos de la crisis política se han visto además agravados por la crisis económica y la crisis sanitaria que nos trajo la pandemia.

o El fenómeno antes mencionado no es solo peruano, y se ha podido observar antes, particularmente en casos como el de Bolsonaro en Brasil y el de Trump en Estados Unidos, que desde una posición radical, pese a haber perdido, alcanzo el apoyo de 74 millones de votantes.

De este modo, nos encontramos ahora enfrentados al dilema de elegir entre las opciones que han quedado para la segunda vuelta -ya la manera de referirme a ellas da indicios de como las percibo-. La situación es complicada porque si hasta hace poco, y por varias elecciones, nos vimos forzados en la segunda vuelta, a elegir el mal menor, lo que parece suceder ahora es que es más difícil identificarlo.

Queda claro sin embargo que hay que hacer una profunda reflexión que nos permita comprender lo acontecido y sus trasfondos, y en base a ella, tomar una decisión con la mira puesta en lo que sea mejor para el país y para las transformaciones que requiere a gritos y que todas estas crisis nos están evidenciando. Esta decisión no puede limitarse a optar por quién votamos en la segunda vuelta, sino también pensar y proponer de qué manera salir de esta situación que, de continuar, producirá efectos de pronóstico reservado.



Escrito por

Roberto Wangeman

Economista y músico


Publicado en